Luxor, 7 de Noviembre 2012
Amanece un nuevo día en la necrópolis tebana pero sin sol y con viento.
El cielo amenaza lluvia de nuevo, pero hemos decidido ir a la excavación para ver si ha habido destrozos después de la tarde de ayer donde el agua hizo acto de presencia.
Al llegar al yacimiento vemos a los obreros que ya van más abrigados, han cambiado sus habituales túnicas de algodón fresco por otras de color marrón, mas tupidas. ¡Se acerca el invierno! Pero hoy seguiremos con 35º, aunque a esta hora de la mañana se nota algo más de fresco que otros días.
De nuevo el viento ha volado las esteras de paja que cubren el chiringuito donde trabajamos. La volvemos a reparar y las aseguramos aun más.
Sergio cambia, por otro nuevo, el plano de la tumba que tenemos puesto en el tablón de corcho, y que indica, a los que estamos arriba, el avance de la excavación día por día.
A la orden del Rais Mandur, los obreros han comenzado la jornada, sacando como cada mañana las piedras de día anterior y llevándolas a la terrera donde una vez por semana viene el camión y se las lleva al desierto.
Ahmed y Paloma han continuado con las restauraciones de partes de los sarcófagos encontrados.