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Madrid, 6 de Octubre 2011

Parecía que no iba llegar nunca, pero llegó.

Atrás quedaron meses de trabajo de preparar protocolos, fichas, dosieres..., preguntas, respuestas....

 

A las 12 de la mañana habíamos quedado todos en la Terminal 1 de Barajas en el mostrador de Egyptair.

 

Allí nos rencontramos con los compañeros de la campaña pasada, José María, Paloma que llegaba desde México y que tuvo que hacer noche en Miami y que casi pierde el avión; Mari Fe, José Luis....Y los nuevos, con los nervios a flor de piel, la sonrisilla de oreja a oreja....

 

También estaban los otros miembros del equipo, que se irán incorporando a la campaña en los próximos días. Y las familias, y más amigos. Todos ellos con las mejores de las intenciones y deseos.

 

Al rato de estar allí, nos informan que hay una huelga de controladores aéreos en Cairo, la primera de la historia, y que el vuelo sufrirá algo de retraso.

 

Pero nosotros seguíamos sonriendo porque estábamos más cerca del Visir Amen-Hotep aunque aun no sabíamos lo que nos depararía el día.

 

El peor de los augurios se confirmó. El espacio aéreo egipcio estaba cerrado pero con la buena voluntad que siempre hay entre las gentes del Nilo, nos dijeron que seguramente se abriría por la tarde. Así que con esa gran noticia, nos dejaron facturar: 19 maletas; 3 cajas de restauración, en total casi 500 kilos de equipaje.

Para hacernos más suave la espera, Egyptair nos invitó a comer en un hotel próximo al aeropuerto informándonos que sobre las 4,30 de la tarde nos darían más noticias sobre la incidencia de la huelga. De las 4,30 pasamos a las 6,30 y de aquí a cenar a las 8,30.

 

Había algo de incertidumbre pero buen humor así que nos lo tomamos bien, ya que no se podía hacer otra cosa.

 

Despistadas y medio sorprendidas por el lujo del hotel, se encontraban dos hermanas de la Orden de las Mercedarias que iban en conexión para Kenia y después en coche hacia Mombasa donde tienen un convento.

 

Ya para entonces, nos habían dado a cada uno una habitación en el mismo hotel para que descansáramos. Después de cenar, nos informaron que sobre las 1,30 de la madrugada vendrían a buscarnos en bus, para ir a la terminal y directamente al avión.

 

Y así fue, con 12 horas de retraso, a las 3,43 de la madrugada salimos rumbo a El Cairo.

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