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Luxor, 3 de Diciembre 2011

Amanece un nuevo y maravilloso día en la necrópolis tebana.

 

Después de nuestro día de descanso semanal volvemos al trabajo diario con renovadas fuerzas, aunque no nos vendría mal otro día más, para hacer un verdadero fin de semana.

 

El departamento de restauración con Paloma y Ahmed a la cabeza están que no paran. 

 

Todos recurrimos a ellos en cuanto sale una pieza, para limpiar, para consolidar.... 

 

Nuestro restaurador Ahmed es especialista en la consolidación de maderas, por lo que todos los fragmentos de sarcófagos, cajas de ushebtis, terminan en sus manos. Es un hombre taimado y tranquilo, y dice ¡Qué bonito! en un perfecto español, con gracioso acento, cada vez que sale uno de estos objetos.

 

Paloma, la restauradora jefe del proyecto, hoy está triste. Es su último día por esta temporada. No para de repetir: No me quiero ir, no me quiero ir, aquí hay trabajo para siete vidas! Así que está dejando todas sus cosas terminadas y da las últimas instrucciones a Ahmed, de las cosas que quedan pendientes para que él las finalice en los próximos días. 

 

También nos deja, aunque a medias, Lidia. Esta noche llega un grupo del I.E.A.E en el que viene Juan, su marido, por lo que se unirá a ellos para hacer un viaje organizado por nuestra institución para visitar a fondo la necrópolis tebana.

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