Amanece un nuevo día en la necrópolis tebana.
Que ganas teníamos de volver a leer esto!!!
Hoy no hemos dormido mucho, porque a los nervios y cansancio se unen los mil y un ruido de los animales de nuestro entorno: los gallos, el burro, las vacas….. Ya nos iremos acostumbrando a ellos y al final son tan cotidianos que nosotros formamos parte de su entorno.
Pero al salir a la terraza y ver el paisaje… se nos escapara un guaw, donde estamos!!! Que maravilla. Y es que el emplazamiento de las casas de la Misión Española del Proyecto Visir Amen-Hotep es maravilloso y una vez mas nos sentimos unos privilegiados.
Después de organizarnos un poco, hemos cruzado por primera vez a Luxor. Y después de una suculenta comida, hemos empezado ha realizar lo que la Mudira llama las siete estaciones. Porque aunque parezca mentira, no se puede comprar todo en un único supermercado o tienda hay que ir haciendo paradas.
Nos hemos impregnado del sabor de Luxor, de sus calles, de sus gentes…..