Luxor, 12 de Diciembre 2012
Amanece este 12 del 12 del 2012 con una temperatura de 6º. Los obreros nos esperan en la tumba, ateridos de frio.
Comienza un nuevo día bajo la misma actividad frenética que nos caracteriza: barremos el lugar de trabajo, limpiamos de polvo las mesas y sacamos las cajas que contienen nuestros enseres.
Y comienza un nuevo día, con Teresa repartiendo a cada cual el trabajo que ha de hacer en esa jornada de acuerdo a las necesidades de la excavación.
Pero ya nos queda poco tiempo, y eso se nota en ambiente. Paloma esta muy triste pensando que debería haber restaurado más y no le dio tiempo. También hoy esta triste “porque a sus niños”, - como ella dice- (sus piezas restauradas) vendrán hoy del Almacén Carter a seleccionar las piezas que han de quedar depositadas allí. Y no le gusta, no le gusta nada. Pero bueno, esto ya se sabe que es así, pero cuando restauras una pieza, la limpias del polvo milenario y se le devuelve su antiguo esplendor, le vuelves a dar la vida, la función para la que fue creada. Y eso es lo que siente nuestra querida Paloma. Cada día limpia estos pequeños o grandes objetos y los mima y los cuida. Sabe que, cuando estén el almacén Carter nadie los volverá a mirar, ya que quedaran en una obscura caja de madera, y posiblemente nadie los vuelva a contemplar…..
En el fondo todos estamos tristes porque esto se acaba.
Teresa fotografía las ultimas piezas y que han sido procesadas por Mari Fe, Guiomar, María José, mientras que Chema controla que todo el proceso.
A media mañana ha llegado a la excavación Mr. Fatty, como jefe del área, a inspeccionar la excavación así como junto a los Directores del Almacén Carter para hacer una selección de las piezas que han de depositarse allí mañana. Con Francisco, Ahmed y Paloma se ha procedido a sacar dichas piezas, hacer las listas y dejarlas ya separadas para mañana.
Mr. Fatty ha dirigido unas palabras a todo el equipo: “… os felicito por el excelente trabajo realizado. Y quiero daros las gracias personalmente a cada uno de vosotros, y agradezco también a vuestro país España, por la ayuda que proporciona para salvar este patrimonio. Egipto os necesita, así que os esperamos la próxima campaña.